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30/4/09

LA II GUERRA MUNDIAL

LAS BATALLAS MAS IMPORTANTES

*Acompañan el articulo un ciclo de fotografías con dos temas:
  1. Los caminos de la guerra
  2. Los niños de la guerra
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La batalla de Moscú

A principios de septiembre de 1941 los mandos nazis abordaron los preparativos de una operación para la toma de Moscú. El plan contemplaba, mediante una serie de golpes fuertes, atrapar en un cerco a las principales fuerzas del Ejército Rojo que estaban cubriendo la capital y destruirlas en la zona de Briansk y Viazma, para después continuar un vertiginoso avance hacia Moscú desde el norte y el sur y completar la conquista de la ciudad.

Para implementar este plan, que se denominaba Operación Tifón, la Wehrmacht había conseguido una superioridad considerable en infantería, de 3-3,5 veces, carros de combate, de 5-6 veces, y artillería, de 4-5 veces, así como un dominio aplastante en el aire.

Las tropas alemanas del grupo Centro lanzaron su ofensiva general el 30 de septiembre de 1941, haciendo avanzar el 2º grupo acorazado contra el flanco izquierdo del Frente de Briansk, y el 2 de octubre también se incorporaron a la ofensiva los principales grupos alemanes en la zona de Smolensk. Rompiendo la defensa, los nazis lograron atrapar cuatro Ejércitos soviéticos al oeste de Viazma y otros dos al sur de Briansk. Los mandos alemanes ya suponían que el camino hacia Moscú estaba despejado pero se equivocaban. Las fuerzas rusas atrapadas en la bolsa oponían resistencia férrea y consiguieron inmovilizar una veintena de divisiones alemanas durante dos semanas, tiempo que fue necesario para reforzar la línea de defensa de Mozhaisk y realizar el traslado de las tropas de reserva. Desde la zona de Leningrado fue llamado Georgy Zhukov, quien asumió el mando del Frente Oeste el 10 de octubre.

A pesar de las bajas considerables, los nazis seguían avanzando hacia Moscú. Habían tomado las ciudades de Kalinin, Mozhaisk, Maloyaroslavets y ya estaban librando combates a 80-100 Km de la capital soviética. Hacia mediados de octubre en Moscú empezó la evacuación de las instituciones gubernamentales, embajadas y empresas industriales, así como de la población. Este proceso se estaba llevando a cabo con mucha prisa, lo cual dio origen al caos, el pánico y los rumores sobre la inminente entrega de la ciudad a los alemanes, de modo que el Comité Estatal de Defensa se vio obligado a introducir en Moscú un estado de sitio a partir del 20 de octubre.

En las primeras fechas de noviembre, la ofensiva alemana contra Moscú se detuvo casi en todas partes. El enemigo no había podido conquistar la ciudad y así triunfar en la guerra del Este. Sin embargo, los nazis no se resignaron con la derrota ni cejaron en sus intentos de tomar la capital soviética. La Wehrmacht iba concentrando rápidamente las reservas y reagrupando las tropas para asestar un golpe decisivo. También los mandos militares soviéticos decidieron aprovechar aquella tregua para mover hacia el Frente Oeste las divisiones formadas en Siberia y en la zona de los Urales. Varias divisiones fueron trasladadas hacia Moscú desde la frontera con Manchjuria.

Los alemanes reanudaron su ofensiva a mediados de noviembre pero tropezaron con una resistencia temeraria y firme de las unidades soviéticas. Merece una mención especial la 316ª división de infantería del general Iván Panfílov, la cual logró rechazar en el primer día de la ofensiva varios ataques de tanques enemigos. Fue en aquellas fechas cuando realizó su legendaria hazaña un grupo de combatientes de esta división, con Vasily Klochkov al frente. Más de una treintena de carros de combate alemanes se empeñaban en romper la defensa en las inmediaciones de la carretera de Volokolamsk. El combate se prolongó por cuatro horas, saldándose para los alemanes con la pérdida de 18 tanques e importantes bajas humanas, pero la defensa se mantuvo inquebrantable. El país entero se hizo eco de la frase que Klochkov dijo a sus subalternos: "Es grande Rusia pero no tenemos adónde retroceder, porque detrás está Moscú". También hubo combates encarnizados en las inmediaciones de Tula, Naro-Fominsk, Klin, Dimitrov y Kashira. Gradualmente, los ataques alemanes empezaron a debilitarse y se fueron creando las condiciones favorables para que el Ejército Rojo pasase a la contraofensiva.

Lanzando un contraataque el 5 de diciembre de 1941, las tropas soviéticas destruyeron las divisiones del Grupo de Ejércitos Centro y eliminaron de este modo la amenaza que se había cernido sobre Moscú. Era la primera derrota importante que los nazis sufrieron durante la II Guerra Mundial, desbaratándose así el mito sobre su carácter invencible. Los alemanes perdieron en la Batalla de Moscú más de medio millón de personas, 1.300 carros de combate, 2.500 cañones, más de 15.000 vehículos y grandes cantidades de otro material bélico. Habiéndole quitado al adversario la iniciativa estratégica, el Ejército Rojo allanó el terreno para una contraofensiva general.

En su libro de memorias titulado "Recuerdos y reflexiones", Georgy Zhukov escribe lo siguiente: "Cuando me preguntan cuál de los episodios de la guerra pasada se me ha grabado más en la mente, siempre digo que es la batalla de Moscú... Estoy profundamente agradecido a todos los participantes sobrevivientes de aquella batalla e inclino la cabeza ante la memoria de los que combatieron a muerte para impedir el paso del enemigo hacia Moscú, ciudad héroe, capital y corazón de nuestra Patria. Tenemos todos una deuda impagable con ellos".

El sitio de Leningrado

El 10 de julio de 1941, las tropas nazis iniciaron la ofensiva contra Leningrado cuya toma, en opinión de la Wehrmacht, tendría gran importancia estratégica y política. En las primeras semanas de la guerra, las unidades alemanas avanzaron hacia Leningrado muy rápido y aunque su movimiento se vio frenado después del 10 de julio a raíz de la resistencia soviética, hacia el mes de agosto los combates se estaban celebrando ya en las afueras de la ciudad. El 30 de agosto, los alemanes cortaron las vías férreas que conectaban Leningrado con el resto del país y el 8 de septiembre consiguieron cerrar el sitio en tierra. Según el plan de Hitler, era necesario borrar Leningrado de los mapas.

Habiendo fracasado en los intentos de romper la defensa de las tropas soviéticas en torno a Leningrado, los alemanes decidieron asfixiar la ciudad. Sus habitantes, según la idea de los mandos alemanes, debían morirse de hambre y frío.

El 8 de septiembre, cuando se impuso el sitio a Leningrado, la aviación nazi llevó a cabo un primer bombardeo a gran escala de la ciudad provocando un total de 178 incendios, uno de los cuales destruyó los mayores almacenes de alimentos. Entre septiembre y octubre, los aviones enemigos realizaban varios ataques diarios que tenían como objetivo no solamente obstruir la actividad de las factorías más importantes sino también hacer que cundiera el pánico entre la población. Los bombardeos artilleros resultaban especialmente intensos al inicio y al final de la jornada laboral. Hubo numerosas destrucciones y víctimas a causa de esos ataques aéreos y artilleros.

La convicción de que el enemigo jamás podría tomar Leningrado frenaba el ritmo de la evacuación. Más de 2,5 millones de habitantes, en particular, 400.000 niños y un número importante de mujeres y ancianos se vieron atrapados en una ciudad sitiada. A falta de alimentos se usaban toda clase de sucedáneos. Para hacer el pan, por ejemplo, se preparaba una mezcla de harinas de centeno, avena, cebada, soja y malta. Más tarde empezaron a añadirle los residuos de lino, salvado, harina de granos rancios, y desde finales de noviembre, también la celulosa alimenticia.

La gente comía goma y granos de avicultura, cocía cinturones, usaba aceite cocido, vaselina, glicerina, residuos de materias vegetales y, después de que el hambre se volvió absolutamente insoportable, pasó a los pájaros y animales de casa.

Desde que en Leningrado se introdujo el sistema de racionamiento por tarjetas, las cuotas se fueron revisando constantemente a la baja. En noviembre y diciembre de 1941, un obrero podía recibir apenas 250 gramos diarios de pan, mientras que los empleados, ancianos y niños tenían derecho a 125 gramos. Cuando el 25 de diciembre se decretó un aumento de las raciones - hasta 350 gramos diarios en el caso de los obreros y hasta 200 gramos para los demás - las calles se llenaron de personas demacradas que se apresuraban a compartir su alegría: aquel incremento modesto en las raciones del pan daba esperanza y apoyo a la gente que se estaba muriendo de hambre.

El otoño e invierno de 1941-1942 era el período más terrible durante el sitio de Leningrado. La temporada del frío se había iniciado aquel año muy temprano y, como no había calefacción ni agua caliente, los leningradenses se vieron obligados a quemar muebles, libros y cuanto encontrasen de madera. El transporte estaba paralizado. En noviembre se registraron 11.085 muertes por inanición o bajas temperaturas; en diciembre, 52.881; en enero y febrero, 199.187. En total, 641.803 personas murieron de hambre durante el sitio de Leningrado.

Aún así la gente continuaba trabajando y en la ciudad funcionaban establecimientos administrativos, imprentas, policlínicos, guarderías infantiles, teatros, bibliotecas públicas y centros de investigación. Quienes trabajaban eran adolescentes de 13 ó 14 años cuyos padres estaban peleando en el frente. Y había que cumplir también otra tarea: retirar los cadáveres de quienes habían muerto a causa del frío.

La navegación en el lago Ládoga resultaba muy complicada en otoño debido a las tormentas, pero los remolcadores siguieron conduciendo caravanas de barcazas hasta diciembre de 1941, abriéndose el camino entre los campos de hielo. Alguna parte de los alimentos llegaba también con aviones. Como la capa de hielo en el Ládoga tardaba en crecer, las raciones del pan fueron recortadas otra vez.

El 22 de noviembre se inició el tráfico de camiones por una pista de hielo que empezó a llamarse la "carretera de la vida". Ya en enero de 1942 había transporte permanente en esta ruta, y aunque los alemanes tiraron proyectiles y bombas contra la carretera, no consiguieron frenarlo.

En invierno empezó la evacuación de los vecinos, en primer término, mujeres, niños, enfermos y ancianos. Alrededor de un millón de personas fueron sacadas en total desde Leningrado.

Hacia la primavera de 1942, cuando la situación se había aliviado un poco, los leningradenses empezaron a limpiar la ciudad. También aumentaron las normas del racionamiento del pan.

El 16 de enero de 1943, las fuerzas soviéticas de los Frentes de Leningrado y Voljov rompieron el cerco.

La batalla de Leningrado se prolongó desde el 10 de julio de 1941 hasta enero de 1944, transformándose en la operación más larga de la Gran Guerra Patria. El sitio de Leningrado duró 900 días y fue el más sangriento en la historia de la humanidad.

La batalla de Stalingrado

La batalla de Stalingrado, una de las más importantes en la historia de la Gran Guerra Patria, comprende dos períodos. El primero, del 17 de julio al 18 de noviembre de 1942, tiene que ver con la operación estratégica defensiva realizada en esta zona por los Frentes de Stalingrado y Sureste con la ayuda de la Flotilla del Volga. En el transcurso de las hostilidades, el contingente soviético fue reforzado por la Dirección del Frente Sureste, cinco Direcciones de Ejércitos Interarma, dos Direcciones de Ejércitos acorazados, 56 divisiones y 33 brigadas.

Los encarnizados combates de defensa que se desarrollaron en el meandro del río Don y más tarde en las inmediaciones de Stalingrado y dentro del casco urbano terminaron por agotar el potencial ofensivo del enemigo y desangraron al mayor grupo de choque que el Ejército alemán tenían en el sector sur del frente, abonando el terreno para que las tropas soviéticas lanzaran una contraofensiva enérgica.

El segundo período de la batalla, la ofensiva estratégica de Stalingrado, se inició el 19 de noviembre de 1942 y terminó el 2 de febrero de 1943. Esta operación fue llevada a cabo por los Frentes Suroeste, Don y Stalingrado con la ayuda de la Flotilla del Volga que más tarde fueron reforzados por el 1º y el 2º Ejércitos de Guardias, 5º y 6º Ejércitos, cinco Cuerpos blindados, tres Cuerpos mecanizados y seis brigadas.

Las tropas soviéticas lograron cercar y destruir durante esa fase las fuerzas principales del 4º Ejército acorazado y el 6º Ejército de campo alemanes, así como el 3º y el 4º Ejércitos rumanos y el 8º Ejército italiano. Las bajas en el bando enemigo superaron 800.000 personas. Tan sólo entre el 10 de enero y el 2 de febrero de 1943, el Ejército Rojo tomó más de 91.000 prisioneros, entre ellos, 2.500 oficiales y 24 generales. En total, Alemania perdió en la batalla de Stalingrado aproximadamente un millón y medio de efectivos entre muertos, heridos, desaparecidos y prisioneros, es decir, la cuarta parte de las tropas que operaban en el frente germano-soviético.

La victoria rusa en Stalingrado tuvo enorme importancia política y amplias repercusiones internacionales, pues contribuyó en gran medida al desarrollo del Movimiento de la Resistencia en las naciones europeas que estaban ocupadas por los invasores nazis. Gracias a aquella operación, las fuerzas soviéticas le quitaron al adversario la iniciativa estratégica y la mantuvieron hasta el final de la guerra.

Centenares de miles de combatientes soviéticos demostraron en la batalla de Stalingrado un heroísmo ejemplar y un alto nivel del arte militar. Cincuenta y cinco unidades que más se destacaron durante la operación fueron condecoradas con diversas órdenes militares, 179 fueron transformadas en unidades de guardias y 26 recibieron otros títulos de honor. Alrededor de 100 combatientes merecieron la condecoración de Héroe de la Unión Soviética.

Stalingrado pasó a ser un símbolo de la resistencia, valentía y heroísmo del pueblo soviético en la lucha por la libertad y la independencia de la Patria.

El 1 de mayo de 1945, el Comandante en Jefe del Ejército soviético firmó un decreto otorgándole a Stalingrado el título honorífico de Ciudad Héroe. Anteriormente, el 22 de diciembre de 1942, se había instituido la Medalla por la Defensa de Stalingrado que se entregó a más de 707.000 participantes de aquella batalla. El 8 de mayo de 1965, cuando se estaba celebrando el vigésimo aniversario de la Victoria, la Ciudad Héroe recibió también otras dos condecoraciones máximas de la URSS, la Medalla "Estrella de Oro" y la Orden "Lenin".

Para conmemorar la hazaña de los defensores de Stalingrado se construyó en los años 1963-1967 un complejo conmemorativo en la colina Mamáev Kurgán.

La batalla de Kursk

La batalla de Kursk que se prolongó del 5 de julio al 23 de agosto de 1943 fue decisiva para asegurar un viraje radical en la evolución de la Gran Guerra Patria.

Los mandos nazis tenían previsto lanzar una gran ofensiva en verano de 1943, recuperar la iniciativa estratégica y cambiar a su favor el curso de la guerra, para lo cual confeccionaron el plan de la Operación Ciudadela, aprobado en abril de 1943. El alto mando soviético, el Gran Cuartel General, estaba al tanto de que los alemanes venían preparando una ofensiva, así que decidió pasar provisionalmente a la defensa en el saliente de Kursk, desangrar a los grupos de choque enemigos mediante combates defensivos y de esta manera crear las condiciones favorables para un contraataque soviético que más tarde podría derivar en una ofensiva estratégica general.

Con vistas a la Operación Ciudadela, la Wehrmacht había concentrado en la zona 50 divisiones, entre ellas, 16 acorazadas y motorizadas. El grupo alemán contaba con 900.000 efectivos, hasta 10.000 cañones y morteros, alrededor de 2.700 carros de combate y más de 2.000 aviones. En el momento de iniciarse la batalla de Kursk, el grupo de tropas soviéticas estaba formado por los Frentes Centro y Voronezh y tenía más de 1,3 millones de personas, casi 20.000 cañones y morteros, más de 3.300 tanques y cañones autopropulsados y 2.650 aviones.

El 5 de julio de 1943, las divisiones alemanas iniciaron la ofensiva hacia Kursk. Desde Orel iba avanzando el Grupo del mariscal de campo Gunther von Klugge, y desde Belgorod, el destacamento operativo "Kempf" del Grupo de Ejércitos Sur, bajo la dirección del mariscal de campo Erich von Manstein.

Las tropas soviéticas del Frente Centro debían contrarrestar el ataque desde Orel, y las del Frente Voronezh, se iban a encargar de las unidades que se iban moviendo desde Belgorod. En la retaguardia del saliente de Kursk se desplegó el Frente Estepa, formado por 3 Cuerpos acorazados, 3 motorizados, 3 de caballería y uno de infantería.

El 12 de julio se libró una batalla frontal de carros, la más importante en la historia de la II Guerra Mundial, cerca de la estación ferroviaria de Prójorovka, a 56 Km al norte de Belgorod. El grupo acorazado alemán, Kempf, se enfrentó a las fuerzas contraatacantes soviéticas, iniciándose una batalla en que participaron desde ambos lados hasta 1.200 carros y cañones autopropulsados. El combate se prolongó por todo el día y hacia la tarde derivó en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre los tiradores y tripulantes de carros rusos y alemanes. El adversario perdió en una sola jornada alrededor de 10.000 personas más 400 carros y se vio obligado a pasar a la defensiva.

Aquel mismo día, los Frentes Briansk, Centro y el flanco izquierdo del Frente Oeste iniciaron la Operación Kutuzov que tenía por objetivo destruir el grupo alemán en la zona de Orel. El 13 de julio, las tropas del Frente Oeste y el Frente Briansk rompieron la defensa enemiga en las direcciones de Boljov, Jotynets y Orel avanzando 8-25 Km. Tres días más tarde, las divisiones del Frente Briansk se colocaron en la orilla del Oleshnia, tras lo cual los mandos alemanes dieron la orden de replegar las tropas a las posiciones iniciales. Para el 18 de julio, las unidades del flanco derecho del Frente Centro habían destruido por completo la formación en cuña alemana en la zona de Kursk. En la misma fecha se incorporaron al combate las fuerzas del Frente Estepa que se encargaron de perseguir al enemigo en retirada.

Desarrollando esta ofensiva, las unidades de tierra soviéticas apoyadas por el 2º y el 17º Ejércitos Aéreos y la aviación de largo alcance obligaron a los alemanes a retroceder hasta 140-150 Km hacia el oeste y para el 23 de agosto de 1943 habían liberado Orel, Belgorod y Jarkov. La Wehrmacht perdió en la batalla de Kursk 30 divisiones de elite, entre ellas, 7 divisiones acorazadas, más de medio millón de soldados y oficiales, 1.500 carros de combate, más de 3.700 aviones y 3.000 cañones. La victoria en la zona de Kursk tuvo un precio aún más elevado para el Ejército soviético: 863.000 bajas humanas, en particular, 254.000 muertos, y alrededor de 6.000 carros destruidos.

La correlación de fuerzas en el frente cambió drásticamente a favor del Ejército Rojo, permitiéndole proceder a una ofensiva estratégica general.

En la noche del 5 de agosto de 1943 se organizó en Moscú un primer saludo a la victoria con 12 salvas de artillería disparadas por 120 cañones con motivo de la liberación de Orel y Belgorod.

La operación de Berlín

La brillante ofensiva del 16 de abril al 8 de mayo de 1945, desarrollada por el Primer Frente de Ucrania (al mando del mariscal Iván Konev) y el Primero y el Segundo Frentes de Bielorrusia (al mando de los mariscales Gueorgui Zhukov y Konstantin Rokossovski, respectivamente, entró en la Historia bajo el nombre de operación de Berlín.

De enero a marzo de 1945, las tropas soviéticas derrotaron las agrupaciones del adversario en Polonia, Prusia Oriental y Pomerania del Este, logrando abrirse paso en amplio frente hacia los ríos Neisse y Oder y penetrar en cuña en territorio de Alemania. Al mismo tiempo desde Occidente avanzaban las tropas anglo-estadounidenses.

En el camino del Ejército Rojo y las tropas aliadas, los alemanes concentraron una grande agrupación, compuesta por el grupo de ejércitos "Vístula" (el tercer Ejército de carros blindados y el noveno Ejército) y "Centro" (el cuarto Ejército de carros blindados y el 17 Ejército), al mando del coronel general Gothard Heinrizi (a partir del 30 de abril, del general mariscal de campo Kurt Tippelskirch) y del general mariscal de campo Ferdinand Schörner, respectivamente. La agrupación contaba con un millón de efectivos, 10.400 piezas de artillería y morteros, 1.530 carros blindados y cañones de asalto y más de 3.300 aviones. En las orillas occidentales del Nesse y el Oder fueron creadas tres franjas fortificadas de 20 a 40 kilómetros de profundidad. La zona de defensa de Berlín se componía de tres anillos de fortificaciones, todos los edificios grandes de la ciudad fueron convertidos en puntos de apoyo, las calles y plazas estaban cerradas por barricadas.

Para desarrollar la ofensiva en dirección de Berlín, los altos mandos soviéticos concentraron 19 Ejércitos de tierra (incluidos dos polacos), cuatro Ejércitos de carros blindados y cuatro Ejércitos de aire, en total 2,5 millones de efectivos, 41.600 piezas de artillería y morteros, 6.250 carros blindados y piezas de artillería autopropulsadas y 7.500 aviones.

Según el plan de la operación de Berlín, se preveía asestar varios golpes macizos en un amplio frente con el fin de desarticular la agrupación defensiva del adversario, cercarla y destruirla parte tras parte.

Antes de comenzar la operación el 16 de abril, se efectuó una potente preparación del fuego de artillería y de aviación. Tras ello el primer Frente de Bielorrusia atacó al adversario en el Oder, mientras que las unidades del Primer Frente de Ucrania comenzaron a forzar el Neisse. El 20 de abril, las unidades del Segundo Frente de Bielorrusia pasaron a la ofensiva en dirección de Stettin, forzaron dos brazos del Oder y el respectivo entrerríos y al ocaso del 25 de abril rompieron la línea principal de la defensa alemana al sur de Stettin. Inmediatamente después de quedar rota la defensa del adversario, las unidades del Primer Frente de Bielorrusia y del Primer Frente de Ucrania empezaron a realizar la maniobra de desarticulación y cerco de la agrupación de Berlín, bordeando la ciudad del Norte y el Sur. El 24 de abril las unidades del Primer Frente de Bielorrusia y el Primer Frente de Ucrania se unieron en las afueras del Sudeste de Berlín, dividiendo en dos partes la agrupación alemana. Como resultado, las principales fuerzas del Noveno Ejército y una parte del Cuarto Ejército de carros blindados se vieron separados de Berlín y rodeados al Sudeste de la ciudad. El 25 de abril, las tropas de ambos Frentes se encontraron en la zona de Kettsin y lograron cerrar el cerco al Oeste de Berlín. De este modo hasta 200 mil soldados y oficiales alemanes se vieron cercados al Sudeste de Berlín y otros 200 mil en la propia ciudad. La liquidación de la agrupación enemiga cercada fue llevada a cabo hacia el 1-ro de mayo por las unidades del Primer Frente de Ucrania y el Primer Frente de Bielorrusia. Paralelamente, el Primer Frente de Ucrania rechazó en la zona de Belitz un contragolpe asestado por el 12 Ejército del general Walter Wenck, trasladado del Frente Occidental, y otro contragolpe en la zona de Görlitz.

El enemigo rodeado oponía una encarnizada resistencia. A partir del 21 de abril, día en que unidades del Ejército Rojo irrumpieron en Berlín, y hasta el 2 de mayo en las calles de Berlín se desarrollaban incesantes combates. El 30 de abril, el Tercer Ejército de Choque al mando del coronel general Vasily Kuznetsov empezó a librar combates para apoderarse del Reichstag, al que asaltaron la 150 división de fusileros del general mayor Vasily Shatilov y la 171 división de fusileros del coronel Alexey Negoda. El Reichstag fue tomado en la noche del 30 de abril, y los sargentos Mijaíl Yegorov y Meliton Kantaria colocaron en su punto más alto la Bandera de la Victoria. Aquel mismo día Hitler se suicidó, dejando testamento sobre la composición del nuevo Gobierno, con el gross-almirante Karl Doenitz a la cabeza. El 1-ro de mayo, el nuevo Gobierno delegó parlamentarios, dirigidos por el general de infantería Hans Krebs, jefe del Estado Mayor General, para entregarle a la parte soviética la propuesta sobre el cese provisional de las operaciones de combate, firmada por Martin Bormann y Paul Josef Goebbels. La URSS exigió la capitulación incondicional. La exigencia fue rechazada, en relación con lo cual en la tarde del 1-ro de mayo las tropas soviéticas lanzaron un fuerte ataque de artillería y aviación y reanudaron el asalto. El 2 de mayo por la mañana los restos de la guarnición de Berlín quedaron divididos en grupos aislados y hacia las 3 de la tarde se entregaron, junto con el jefe de la defensa de la ciudad, el general Helmut Weidling.

Paralelamente, el Ejército Rojo proseguía su ofensiva en la dirección del Oeste. El 25 de abril, las unidades del Primer Frente de Ucrania se encontraron en la zona de Riesa y Torgau con las unidades de vanguardia del Primer Ejército

de EE UU. El 7 de mayo, las tropas del Primer Frente de Bielorrusia salieron al Elba. El 26 de abril, las unidades del Segundo Frente de Bielorrusia, en ofensiva en Pomerania Occidental y Mecklenburg, se apoderaron de los principales puntos de apoyo de la línea de defensa del adversario en la orilla occidental del Oder: Gatow, Pölitz, Schwedt, y Stettin, el 3 de mayo salieron a la costa del mar Báltico y el 4 de mayo se produjo su enlace con tropas inglesas. Entre el 4 y el 5 de mayo fueron liberadas las islas de Wollin, Rügen y Uhsedom.

El 9 de mayo unidades del Frente en cuestión desembarcaron en la isla de Bornholm (Dinamarca) para asistir a la capitulación de las tropas alemanas.

Durante la operación de Berlín el Ejército Rojo derrotó por completo 70 divisiones de infantería, 12 de carros blindados y 11 motorizadas y tomó prisioneros a unos 480 mil efectivos. Las pérdidas soviéticas - entre los matados, heridos y desaparecidos - eran no menos de 304 mil personas, además fueron destruidos 1.220 piezas de artillería y morteros, 2.156 carros blindados y piezas de artillería autopropulsadas y 527 aviones. El 8 de mayo, los altos mandos alemanes, con Wilhelm Keitel a la cabeza, firmaron el acta de la capitulación incondicional de Alemania.

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