INSCRIPCION IDIOMA RUSO 2016

Dias: Martes y Viernes
Horarios:
10:00 a 12:00
14:00 a 16:00
16:00 a 18:00
18:00 a 20:00


comunicarse
TEL 0223 480 4784
casarusiamdp@gmail.com

23/4/09

La II Guerra Mundial

EL COMIENZO DE LA GUERRA

* Este artículo esta acompañado de fotografías del foto-corresponsal Serguey Nikolaevich Strunnikov (1907 -1944). Fue fotógrafo de los periódicos "Komsomolskaya Pravda", "Izvestia", "Pravda" desde 1930. Desde el primer día de la guerra trabajo como corresponsal del frente. Estuvo en Leningrado, Pribaltico, Moscú, Stalingrado, Smolensk, Odessa y Crimea. Su especialidad: el foto reportaje. Fue asesinado en el frente el 22 de junio de 1944 en Poltava.( ver mas aqui )


La Segunda Guerra Mundial empezó el 1 de septiembre de 1939, cuando Alemania atacó a Polonia. La reacción por parte de los Gobiernos de otras potencias europeas, Gran Bretaña y Francia, fue una declaración de guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939. Con todo, la importancia realmente global del conflicto se puso de manifiesto solamente hacia finales de 1941, cuando en las hostilidades ya estaban involucradas la Unión Soviética, EE.UU. y Japón.

Previamente a la guerra, Alemania había conseguido crear un impresionante potencial bélico impulsando el desarrollo acelerado de su economía. Los gastos militares crecieron 12 veces en el período de 1933-1939, hasta alcanzar la cifra de 37.000 millones de marcos alemanes. Según los datos correspondientes al 1 de septiembre de 1939, el Ejército alemán contaba con al menos 4,6 millones de efectivos y tenía en su dotación 26.000 cañones y morteros, 3.200 carros de combate, 4.400 aviones de guerra y 115 buques militares, entre ellos, 57 submarinos.

La estrategia aplicada por los mandos militares de Alemania se basaba en la doctrina de la "guerra total" cuyo eje estaba representado por el concepto de la "guerra relámpago", es decir, una operación que debía terminar con la victoria en plazos muy breves, antes de que el adversario lograra desplegar las tropas y los recursos económico-militares. El plan estratégico de los invasores consistía en agredir a Polonia, cubriéndose en Occidente con fuerzas limitadas, e infligir una derrota rápida al Ejército polaco. Alemania puso contra Polonia 61 divisiones y 2 brigadas - entre ellas, 7 acorazadas y casi 9 motorizadas - con un total de 1,8 millones de efectivos, más de 11.000 cañones y morteros, 2.800 carros de combate y alrededor de 2.000 aviones. Contra Francia, entretanto, se colocaron en un principio 35 divisiones de infantería, a las cuales se añadieron otras nueve después del 3 de septiembre, y 1.500 aviones.

Confiando en las garantías de ayuda por parte de Londres y París, los mandos polacos pensaban sostener la defensa en la zona fronteriza y pasar a la ofensiva después de que las unidades de tierra y aéreas de Gran Bretaña y Francia hubieran distraído a los alemanes del frente polaco. Para el 1 de septiembre, Polonia había logrado movilizar y concentrar sus tropas sólo al 70 por 100, desplegando 24 divisiones de infantería, 8 brigadas de caballería y 3 de infantería de montaña, 56 batallones de defensa nacional y apenas una brigada acorazada. En total, el Ejército polaco tenía en su haber aproximadamente 4.000 cañones y morteros, 785 tanques ligeros y tanquetas, más alrededor de 400 aviones. El plan francés de la guerra contra Alemania contemplaba la defensa en la Línea Maginot y la introducción de las tropas en Bélgica y los Países Bajos para extender el frente defensivo hacia el Norte y así proteger los puertos y las zonas industriales de Francia y Bélgica. Una vez movilizado, el Ejército galo incluía 110 divisiones con un total de 2,67 millones de efectivos - 15 de ellas, estacionadas en las colonias francesas, cerca de 2.700 carros de combates (2.400 en la metrópoli), más de 26.000 cañones y morteros, 2.330 aviones (1.735 en Francia) y 176 buques de guerra, incluidos 77 sumergibles.

En cuanto a Gran Bretaña, pretendía enviar 10 divisiones a Francia en el caso de una guerra con Alemania y concentrar los principales esfuerzos en el mar. Los ingleses tenían importantes fuerzas navales y aéreas que comprendían 320 buques de guerra en todas las categorías principales, incluidos 69 submarinos, y casi 2.000 aviones. El Ejército de Tierra británico contaba con 9 divisiones orgánicas y 17 divisiones territoriales en cuya dotación estaban 5.600 cañones y morteros más 547 carros de combate. En las filas del Ejército inglés había 1,27 millones de personas.

La resistencia de las tropas polacas en las inmediaciones de Mocra, Mlawa y Bzur, la defensa de Modlin y Westerplatte, así como los veinte días de defensa de Varsovia, del 8 al 28 de septiembre, no consiguieron prevenir la derrota de Polonia. Habiendo cercado varios grupos del Ejército polaco al oeste del Vístula, las tropas alemanas trasladaron las operaciones bélicas a las provincias orientales y hacia principios de octubre completaron la ocupación de Polonia.

El 17 de septiembre, el Ejército Rojo cruzó por orden del Gobierno soviético la frontera polaca iniciando una marcha que tenía como objetivo liberar las zonas occidentales de Bielorrusia y Ucrania para poner freno a la agresión alemana. La Ucrania del Oeste y la Bielorrusia del Oeste se reintegraron en las repúblicas soviéticas socialistas de Ucrania y Bielorrusia los días 1 y 2 de noviembre de 1939, respectivamente.

A finales de septiembre y principios de octubre de 1939, la URSS firmó tratados de ayuda recíproca con Letonia, Lituania y Estonia, lo cual en aquellas fechas impidió la ocupación de esas naciones por las tropas nazis. En agosto de 1940, las tres repúblicas se incorporaron a la Unión Soviética. Mediante el acuerdo del 12 de mayo de 1940, que puso fin a la guerra soviético-finlandesa de 1939-1940, la frontera de la URSS en el istmo de Kola, en las inmediaciones de Leningrado y cerca de la vía férrea de Múrmansk, fue trasladada un tanto hacia el Noroeste. El 26 de junio de 1940, el Gobierno soviético propuso a Rumania devolverle a la URSS el territorio de Besarabia, ocupada en 1918, y la zona del norte de Bucovina, que estaba poblada por los ucranianos. Dos días más tarde Rumania aceptó esas demandas.

En el período de abril-mayo de 1940, las tropas alemanas conquistaron Noruega y Dinamarca: varios desembarcos navales que fueron realizados de forma simultánea el 9 de abril de 1940 permitieron ocupar los puertos clave a lo largo de la costa noruega, de 1.800 Km de extensión, mientras que el desembarco aéreo derivó en el control de los alemanes sobre los aeródromos más importantes. El 10 de mayo, 135 divisiones alemanas, entre ellas, 10 divisiones acorazadas y 6 motorizadas más una brigada, 2.850 tanques y 3.834 aviones irrumpieron en Bélgica, Holanda, Luxemburgo y, más tarde, también en Francia. El 14 de mayo se firmó la capitulación de los Países Bajos, y el 28 de mayo, la de Bélgica.

Las unidades británicas y francesas cayeron en un cerco en la zona de Dunkerke y se vieron obligadas a retirarse hacia Gran Bretaña después de haber perdido la totalidad de sus equipos bélicos.

El 10 de junio de 1940 se produjo la entrada de Italia en la guerra contra Gran Bretaña y Francia. En agosto sus tropas ocuparon la Somalia británica, una parte de Kenia y Sudán, y hacia mediados de septiembre invadieron Egipto desde el territorio de Libia. Al poco tiempo, sin embargo, la ofensiva italiana se vio frenada y más tarde, en diciembre de 1940, los ingleses les hicieron retroceder. En octubre de 1940, el Ejército griego abortó el avance italiano desde Albania hacia Grecia. Entre enero y mayo de 1941, las tropas británicas expulsaron a los italianos desde la Somalia británica, Somalia italiana, Kenia, Sudán, Etiopía y Eritrea. En primavera, Alemania decidió echarle una mano a Italia enviando al norte de África un contingente militar, el denominado Cuerpo Africano, así que el 31 de marzo las tropas italo-germanas pasaron a la ofensiva y hacia la segunda quincena de abril alcanzaron la frontera entre Libia y Egipto.

El 16 de julio de 1940, Hitler emitió la directiva de un ataque contra Gran Bretaña (Operación Seelöwe). Desde agosto de 1940, la aviación alemana procedió al bombardeo masivo de ciudades y centros industriales británicos, y aunque los ataques aéreos se prolongaron hasta mayo de 1941, los invasores no pudieron forzar la rendición de Gran Bretaña ni concentrar los recursos necesarios para realizar un desembarco en las islas. Con todo, fue principalmente la decisión de agredir a la Unión Soviética, tomada por Hitler en verano de 1940, lo que hizo a la Wehrmacht renunciar al plan de una invasión de Inglaterra.

No hay comentarios:

FAN CLUB DE NUESTRO BLOG